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En términos de datos, estas son las lecciones de una pandemia

Tabla de contenidos:

En términos de datos,

Estas son las lecciones de una pandemia

· 2020 alteró los patrones de comportamiento y consumo de las personas: los análisis históricos deben ser más expeditos.
· La idea de mirar el pasado para predecir el futuro requiere de mayor interpretación. Hay que crear sigmas de nuevas realidades.
· Hoy como nunca las empresas son de conocimiento, permanecerán en el mercado aquellas que sean capaces de aprender.

Sin duda alguna 2020 y el comienzo de 2021 han sido atípicos por la dimensión y la magnitud de su impacto en todos los ámbitos. Se alteraron los patrones de comportamiento y consumo de las personas, con lo cual, la historia -particularmente desde los datos- nos puso ante un nuevo reto: reconstruir información.

Las compañías que nos dedicamos a entender la ciencia de los datos nos encontramos ante dos situaciones: a. Una moderada, donde ayudamos a las compañías a extraer información, sin desconocer la historia y excluyendo outliers*, evitando alterar la tendencia por eventos puntuales. O b. Hacer un corte agresivo, a partir de una variación exógena trascendental, y comenzar de cero los análisis. Una línea más radical.

Para ilustrar lo anterior, en una empresa de despachos, por ejemplo, lo recomendable es el camino radical. Ya no encontrará fácilmente respuestas para su actividad en los años históricos, la logística, luego de pandemia, es diametralmente distinta: requerirá data ajustada una “nueva realidad”, competencias adicionales en sus encargados, y un entendimiento profundo de lo que necesitan sus usuarios. Podría, en un escenario cauto, aprovechar el momento disruptivo, considerando patrones apendidos del pasado.

La actualidad implica reacomodación, ajuste y experticia en la interpretación. Suena lógico y obvio, sin embargo, esa dinámica le cuesta mucho a las organizaciones, sobre todo a las grandes que tienen procesos y estructuras muy rigidas. Las medianas y pequeñas, mientras tanto, podrían ser más ágiles y flexibles. En todo caso, el panorama más positivo está en aquellas que sean capaces de reaprender.

La planeación estratégica de las compañías deberá ser más valiente en descartar lo que ya no es representativo, construir desde variadas fuentes de información, saber interpretar adecuadamente, y sobre todo, acomodarse con flexibilidad a la realidad de sus audiencias.

 

Resaltamos algunas de estas lecciones de pandemia:

1. Conocer e investigar constantemente a nuestro consumidor
No se trata solo de crear herramientas, aplicarlas, recolectar, o de almacenar información, se trata de darles el uso adecuado y de ajustar el core del negocio si la interpretación te lo dice. Hay que vencer el apego a estructuras creadas y ser capaces de modificar nuestro quehacer en pro de las audiencias.

2. Acomodarnos a su nuevo comportamiento
Creemos que el hecho de tener información es suficiente. La verdadera orientación hacia las audiencias está en escuchar, interpretar y tomar decisiones valientes: en esta última está el secreto.

3. Ofrecer respuestas en un ambiente anfibio: físico y digital
Nos debemos fortalecer en ambientes digitales que hoy son de mayor dominio. No obstante, el contacto, la presencia, y la creación de vínculos emocionales, continúan siendo físicos.

4. Acompañarlo en sus emociones
Las más recientes investigaciones ponen sobre la mesa las emociones más predominantes: la desconfianza, la incredulidad en las instituciones (todas: gubernamentales, corporativas y marcas), y la incertidumbre en el futuro. Quienes sean capaces de crear vínculos en ese escenario, permanecerán.

5. Generar confianza y crear vínculos afectivos.
El reto será ser genuinos, reales y coherentes con esa relación. No bastará con decirlo y promulgarlo. No será suficiente hablarle al oído. El consumidor estará atento a corroborar si lo que construimos en el discurso tiene efectos reales en la cotidianidad, si tiene impacto social y si promueve un nuevo capitalismo consciente. Las empresas preocupadas no solo por recuperar sus indicadores de rentabilidad y crecimiento, sino también en la sostenibilidad para sus audiencias.

 

Comportamiento post pandemia

Si antes los datos representaban una ventaja competitiva, el 2020 y el comienzo de 2021 han permitido que muchas organizaciones entiendan los datos como activos estratégico. La necesidad actual es ser mejores en su gestión: si alguien en la industria domina los datos, y los usa de manera asertiva, conseguirá los objetivos.
Hoy como nunca las empresas son de conocimiento, permanecerán en el mercado aquellas que sean capaces de reaprender luego de pandemia. ¡Aquí están los datos para conseguir ese fin!

* Un valor atípico (en inglés outlier) es una observación que es numéricamente distante del resto de los datos.

 

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